- Estudio de Necesidades formativas no cubiertas de Bizkaia
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“El diseño de formación no debería ser genérico, debería responder a las características de las personas, ya que son éstas las que condicionan su proceso de capacitación”.
Con esta evidencia arranca el Estudio de Necesidades formativas no cubiertas de Bizkaia que durante el primer semestre del año ha realizado el Servicio de Mediación del Aprendizaje Permanente gestionado por Ikaslan Bizkaia. Un servicio gratuito del Departamento de Educación y la Viceconsejería de Formación Profesional del Gobierno Vasco que tiene por objeto acercar la formación y el aprendizaje a lo largo de la vida a toda la ciudadanía, con especial atención a las personas más desfavorecidas y alejadas de los circuitos formativos.
Para llevar a cabo este análisis se ha contado con la colaboración de 102 entidades representativas de diferentes colectivos sociales y agentes de formación, promoción económica y social de Bizkaia.
Como se ha avanzado, la primera evidencia que muestra es que existen necesidades formativas no cubiertas, y que estas carencias responden a la coyuntura de determinados colectivos. Si ponemos el foco en las mujeres, especialmente en aquellas que asumen el rol de cuidadoras, esta carencia se debe principalmente a la falta de medidas de conciliación y a la baja corresponsabilidad familiar de nuestro entorno social que impide de facto que la mujer pueda formarse. Una realidad que se agrava en el caso de las mujeres migrantes que ven como el idioma, no disponer de documentación en regla o no poder homologar sus estudios son hándicaps añadidos a la hora de acceder a los recursos formativos. Además, en su gran mayoría, carecen de información sobre dichos recursos o cómo acceder a ellos un desconocimiento que también se hace patente entre las mujeres empleadas del hogar.
Frente a esta realidad, las empresas del sector industrial afirman que existe en el mercado laboral una demanda de mujeres con formación en especialidades industriales. El manejo de grúas puente, de carretillas elevadoras, soldar, ser especialista en automatismos… son algunas áreas donde se ha detectado necesidad real de formación, y en especial de mujeres. Sin embargo, la ausencia de referentes, los estereotipos sexistas sobre el papel de la mujer que todavía subyacen en nuestra sociedad, la falta de asesoramiento, junto a la mencionada dificultad añadida de algunos colectivos femeninos para acceder a la formación, hacen que la presencia de la mujer en campos como la industria y la tecnología sea todavía muy escasa. Tal y como señala Tknika, pese al aumento del 14,6 % de mujeres en ciclos formativos relacionados con el sector industrial durante el curso 18-19, el 90% del alumnado de estos ciclos son hombres.
Entre las necesidades de formación detectadas, las entidades colaboradoras señalan que la Tecnología de la información y la Comunicación (TIC) es el área con más necesidad de formación no cubiertas y con más margen de mejora. Destacan sobre todo la necesidad de conocimientos informáticos a nivel básico y adaptados a las características de determinadas personas, tales como, migrantes (mujeres y jóvenes), mayores de 60 años y profesorado. La alfabetización informática y la extensión de la formación on-line como método de aprendizaje son otras de las necesidades apuntadas.
Para mejorar la inserción laboral de las personas en situación de desempleo de larga duración, formar en las competencias transversales es la principal necesidad apuntada por las entidades, adelantando en 5 puntos a la necesidad de formación en competencias técnicas y tecnológicas. A pesar de que el idioma ocupa la última posición en este ranking, entre la población migrante es la carencia más relevante.
Además de detectar las necesidades formativas vinculadas a la idiosincrasia de cada colectivo, este estudio señala los nichos donde la información y el asesoramiento deben redoblar su presencia. Uno de ellos es en el de las personas con diversidad funcional, al que se le hace imprescindible que se le informe, asesore y acompañe para que, por ejemplo, puedan continuar con la formación regalada una vez acabada la ESO. Las personas migrantes y las personas empleadas del hogar son también objetivos clave en esta labor de información y orientación.
En definitiva, el Estudio de Necesidades formativas no cubiertas de Ikaslan Bizkaia ofrece una instantánea de las necesidades y dificultades de acceso a la formación de la población vizcaína. Y en este sentido se convierte en un aliado a la hora de diseñar acciones de capacitación que respondan a las diferentes realidades sociales existentes en nuestro territorio.
Por otro lado, evidencia la necesidad de redoblar los esfuerzos de intermediación del Servicio de Mediación del Aprendizaje Permanente a la hora de llegar a aquellas personas que desconocen los recursos formativos existentes y necesitan orientación para diseñar su itinerario formativo y acceder a la oferta formativa más adecuada a sus intereses.